domingo, 12 de octubre de 2008

Domingo de reducción

Domingo, que día más feo! sobre todo después del mediodía. Siempre me pregunté por qué hay días que no tienen 24 horas? por ejemplo el domingo, éste comienza casi al mediodía, porque el sábado siempre hay una salidita o encuentro con amigos en casa, o una peli, que hace que nos acostemos más tarde, y después de la comida del medio día del domingo, después de la modorra, ya prácticamente se termina, nos entra la depre y pensamos que a la mañana siguiente tenemos que madrugar, que tenemos que aguantar a nuestros compañeros de laburo que se levantan peor que nosotros, a la boluda que habla sin parar y además espera una opinión tuya, que arrastra los problemas personales, las peleas de los hijos, la de los viejos, la cara de orto del marido, y los desprecios de la suegra, además la mala contestación que va a recibir si no se deja de joder, y lo que resta del domingo en vez de pasarlo bien empezás a incorporar las primeras horas de la mañana del lunes, es decir que tu domingo dura ocho horas, el sábado como treinta y el lunes interminable!
Esto, de las horas desperdiciadas del domingo, también lo observaba en mi casa, papi comenzaba a preparar su ropa de fajina a las cinco de la tarde, lo veía lustrar sus zapatos, elegir el traje, la camisa, la corbata, y allí se terminaba el día, era lo que me hacía sentir, que el día se había terminado, ya se asomaba el lunes, además el domingo que hacíamos una salida volvíamos super apurados a pelearnos por el baño y ya había psicosis de lunes, hasta los diálogos apuntaban al día después y el humor se desinflaba.
Pensando en los domingos que no tienen 24 horas, creo que la respuesta está en que es una tara de familia.
Debe ser así porque aún hoy me sigo deprimiendo después del mediodía del domingo.

No hay comentarios: