Mi querido gorrión

Te veo llegar, siempre, con tu traje gris topo, tus zapatos relucientes y tu rostro encendido, dando vuelta la esquina sabiendo que yo estoy en la puerta esperando tu llegada.


En realidad supe tan poco de vos, me limité a quererte, a aceptar tus juegos, de eso me acuerdo, yo me trepaba a vos y te quedabas dormido de cansancio, pero me alcanzaba, no quería más, y de alguna forma me sentía protegida con tu mirada, hablamos poco, claro, no estabas en casa durante la semana, cuando llegabas yo dormía, y el finde te dedicabas a la casa y a mi hermana que te necesitaba más que yo, eso era irrefutable.


Aunque parezca mentiras cierro los ojos y te veo llegar dando vuelta la esquina, ese debe ser un ejercicio mental que alimento continuamente porque es lo único que tengo de vos.


El Domingo estuve en Cañuelas mi querido gorrión, lo primero que hice fue contar las cuadras que había desde la estación hasta casa, y eran más de diez, no me vas a creer pero me parecía verte bajar del tren y caminar esas interminables calles con el deseo de llegar a casa y relajarte, te parecerá loco lo que voy a decir pero para mi fuiste casi un mártir, una vida dura, llena de palos en la rueda, pero así y todo seguiste adelante, te decía que estuve en Cañuelas, pasé por nuestra casa, esa que levantaste con tus manos, mi querido gorrión, con ayuda de Tio Evelio y mamá, que loco!!!! está hermosa! la actual dueña tuvo la gentileza de dejarme pasar, te juro que quise tener cuatro años y verte a vos y a mami ahí adentro, fue una mezcla rara de alegría y saudades , no sabes que linda está! eso es lo importante, que está, que tu esfuerzo sigue ahí y que puedo ir a verlo cuantas veces quiera, tal ves parezca tonto lo que digo, pero vos y yo sabemos de que hablo, viejo de mi alma, gorrión eterno. Si es cierto, hablamos poco, quizás fue un error, seguro que si, nos hubiésemos dicho cosas hermosas pero eso no fue motivo para saber que nos amamos incondicionalmente, siempre estas, por eso no te extraño, porque siempre estas en mi memoria con mami, nada, quería contarte lo que pienso y lo que siento mi gorrión herido, quería decirte que fui feliz al lado de ustedes porque aprendí a degustar las cosas simples, y porque Cañuelas tiene tus callos enquistados, allí dejaste tus ilusiones, allí tuviste tu segunda hija, allí caminaste las madrugadas rumbo al trabajo, allí embarazaste la tierra que cada primavera te devolvía su fruto fresco que te nutría, allí hiciste historia, gracias Negro, gracias pa.